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Sandra

sábado, 14 de abril de 2012

El Titanic -Autor Ichabod-

Bajo las olas

Me gustaría que pudieses ver este crucero. Es bastante grande y se ve tan moderno que me parece imponente. Dicen que realizaremos el mismo recorrido que hizo el Titanic hace cien años y que nos detendremos en el sitio exacto donde se hundió para conmemorar a las víctimas ¿No es emocionante? ¡Cuánto me gustaría que estuvieses aquí!
Al subir la escalinata de abordaje me percato de lo mucho que extraño tu presencia. Hubiéramos visto el puerto alejarse desde la barandilla, con tu cintura entre mis brazos. Tal vez hubiera hecho alguna broma y tú tal vez te hubieras reído, quizás luego habrías acariciado mis manos y recostado tu cabeza en mi hombro. Quizás…
Hay gente aquí de muchos países, no solo de Inglaterra. He visto alemanes, franceses, rusos y estadounidenses, entre otros. Ellos me hablan y se asombran de que domine bien todas sus lenguas. Esto es para que veas que, desde que nos separamos, no he perdido el tiempo. En particular, he hecho amistad con una pareja originaria de Nueva York; son personas jóvenes que han decidido comprar los boletos en este crucero conmemorativo para su luna de miel. Vienen vestidos con trajes de la época y cualquiera que los viera diría que, en verdad, son dos fotografías de papel sepia que han salido a explorar el mundo actual. ¡Oh, si los vieras te reirías tanto!
Yo les cuento de mí, de lo mucho que sé y de lo mucho que he viajado. Pero, sobre todo, les cuento sobre ti. Les platico de tu hermosa sonrisa que era capaz de hacer palidecer al sol y de sonrojar a la luna y de tu voz que quebraba el sonido al punto de hacer reír al viento. Ellos solo se ríen. Supongo que les sorprende que una persona tan anciana como yo recuerde aún a su primer amor. ¡Ay, si tan solo estuvieras aquí!
Durante la cena hay una orquesta como la de hace cien años que toca música hermosa, tanto que me hace añorarte y ver tu rostro dibujado en cada una de las esquinas y ventanas del comedor; me imagino que estas aquí y que puedo tomarte de la cintura para bailar como lo hacíamos entonces. Eso es en verdad lo que quiero hacer. Pero solo atino a llevarme la comida a mi boca y tomar tragos ocasionales de whisky con unos toques de lágrimas mudas.
Los días siguientes transcurren con igual monotonía. Suelo desayunar con aquellos viajeros neoyorkinos y a la noche ceno con la misma patética música de fondo; solo es en mi camarote donde tengo un momento de solaz porque estoy a solas con tu recuerdo. Trato de evocar tu perfil, tu figura y tu belleza pero mi memoria ya no es la misma. Poco a poco he perdido tu voz, tus risas, tu esencia. Y si vieras cómo he llorado.
¿Recuerdas cuando veíamos las gaviotas en el cielo y los delfines en el agua? ¡Ah! He llorado por esos momentos porque yo ya no los recuerdo. Tantos años me han obligado a cortar aquellos lazos que nos unían y que, ingenuamente, creíamos eternos. Mis lágrimas se confunden con el mar durante el día y con las estrellas durante la noche. Estoy relleno de pequeños pedazos de cristal que me tasajean cruelmente el alma. Cuando pienso en ello, lloro amada mía, lloro por ti y, sobre todo, por mí.
Deambulando por la cubierta al cuarto día escuchó la voz del capitán por los altoparlantes: “En la noche llegaremos al punto exacto de hundimiento del Titanic. Una vez ahí, ofreceremos una ceremonia a la memoria de todas las víctimas mientras la orquesta nos acompañará con una participación especial”. Entonces una sonrisa surca mi desvencijado rostro y, si pudiera, daría saltos de alegría.
Mientras busco en mi camarote aquello que durante tantos años he guardado, acuden a mi mente por fin los recuerdos. Mis manos tiemblan ante la remembranza de tu cuerpo y evoco aquellos momentos en los que acariciaba la tibia sencillez de tu ser: tu boca, tus mejillas, tus senos, tu vientre… todo vuelve a mí como un torbellino de emociones que amenaza con llevarse los despojos de mi alma. ¡Oh amada! Espero que tú también sientas mi cercanía y evoques aquellas noches en las que me entregabas tu ser y yo, a cambio, te otorgaba una pequeña rosa envuelta con mi carne misma.
Las noches en medio de la nada son heladas, frías. Es un desierto de viento cortante que se afana en destruir todo cuanto queda de los sueños de un hombre y reducirlos al eco que caracteriza al olvido. Es como aquella noche en la que nos separamos. Las estrellas todavía se burlan de mí con sus titilantes sonrisas. Yo solo camino por la cubierta con aquello que durante tantos años guardé: este traje esta apolillado y roído por las ratas.
“Parece usted una fotografía vieja. Directo de inicios del siglo pasado” me dicen mis amigos neoyorkinos al verme con esta ropa. Ahora comprendo que hice mal en juzgarlos. Me invitan a acudir con ellos a la ceremonia; yo me excuso diciendo que debo pasar antes al baño. Una mentira que se le perdona a un viejo como yo.
En su lugar me dirijo a popa del barco. No hay nadie ahí. El barco está detenido. Me llega la melodía tocada por la orquesta, aquella con la que se hundió aquél coloso de hierro hace un siglo. Y lloro de nuevo, amada mía, porque las notas son las mismas con las que nos despedimos. Me asomo hacia la inmensa negrura de las aguas y ahí, bajo las tímidas olas, alcanzo a distinguir tu pálido semblante.
Me aviento por la borda. Llevo el mismo traje con el que nos despedimos, con el que sostuve tu mano en un mar helado, con el que besé por última vez tus gélidos labios. He envejecido, pero sé que tú no has cambiado, te has conservado intacta en las oscuras cámaras de la muerte. ¿Te has alistado también?, ¿llevas aquél hermoso vestido que te regalé hace casi cien años para hacer el viaje de nuestras vidas?, ¿me has aderezado una habitación en ese barco herrumbroso en el fondo del mar? Mientras desciendo me siento rejuvenecer. Te veo venir a mí a medida que la vida abandona mi acabado cuerpo. Y por fin, hermosa mía, volvemos estar juntos en el mismo punto en el que nos separamos aquella aciaga noche de abril de 1912. Esta vez, te prometo, terminaremos junto nuestro viaje.

19 comentarios:

  1. Que bonito, que melodía tan bien trabajada tienen tus letras. Me ha encantado la historia, aunque es muy triste, un reencuentro después de tantos años, con unas descripciones preciosas. Besos

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  2. La historia de un encuentro, cien años después. El hombre debería ser muy muy viejo pero quitando ese nimio dato sin importancia sabes enlazar la historia para que resulte creíble. Un muy buen relato. Mi enhorabuena.

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  3. Un relato muy bien llevado. Aunque se vaya intuyendo el final, el simple hecho de leer cómo lo narras es más que suficiente =)
    Me ha gustado.
    ¡Un saludo!

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  4. Salvo por el detalle de las fechas, está bonito.

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  5. Tu forma de describir los sentimientos es preciosa; como también lo es tu relato en general. No quiero pecar de petulante ni nada, solo decirte que algunas mayúsculas se te escaparon... Por lo demás perfecto, enhorabuena me ha gustado mucho.

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  6. También me quedé pensando en lo viejo que sería el hombre :-S Quién querría vivir tanto con la única compañía de los recuerdos??

    Me gustó mucho el relato, está muy bien narrado, aunque convendría revisar la puntuación.
    Una pregunta que nada que ver: ¿ya no tienes tu blog?

    Besos!!

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  7. Realmente muy bonito, lleno de sentimientos. Me recordó a la parte de la peli en la que ella ya anciana piensa en hacer lo mismo que este hombre. Es como ver la peli con esta posibilidad, pero en otros personajes.

    Un gusto leerte!!

    Besos

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  8. También pensé lo mismo que Maga, el señor y su edad u.u!
    Está precioso, está escrito sobre todo, con muchísimo sentimiento. Creo que transmite esa sensación de amor tan linda y eterna. ¡Precioso!

    Besicos -3-

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  9. Me ha gustado mucho, en especial el último párrafo.

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  10. ¡Ay pero qué intensidad de sentimientos! Muy lindo...

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  11. Ichabod: Independientemente de la edad imposible, tu descripción del amor, es sublime y está llena de poesía.
    Pues enhorabuena, una historia contada con tanta belleza de sentimientos, redime un tanto, el horror que produjo el trágico fin que tuvieron los más de mil pasajeros que perdieron la vida en ese Transatlántico.
    Muy, pero muy hermoso relato: Doña Ku

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  12. Felicidades por un relato muy fluido y agradable de leer. Al margen de la edad del pobre hombre, resulta muy creíble, algo fundamental cuando se cuenta una historia.

    No obstante, he de poner un pero: está bien escribir en la propia lengua y estar orgulloso de las peculiaridades de su idoma, o de la variante de éste que se hable, pero cuando escribes para un público amplio, que no vive donde tú vives, ni habla como tú hablas, debes tener en cuenta que hay palabras y expresiones que ni siquiera existen fuera de tu país, o de tu región. Es decir, hay que hablar el estándar de un idioma. Ni yo digo "guaja", "coger en cuello", "cutu" o "faes" ni tú deberías decir "tasajean" o "platico". A no ser, claro está, que por el motivo que sea tengas un fin didáctico al introducir ese tipo de palabras. Si es así, sería un detalle por tu parte poner abajo el significado de esas palabras o expresiones regionales, porque tener que tirar de diccionario a mitad de relato rompe completamente la atmósfera que habías conseguido crear.

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    1. No considero un error usar esas palabras. Evitar eso sería acomodar el mundo a nuestros conocimientos, cuando lo idóneo es precisamente lo contrario. ¿Acaso debería Poe haber escrito en castellano?

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    2. Edgar Allan Poe está traducido al castellano una y mil veces, lo que elimina la barrera lingüística. Por otra parte, escribió en el "Standard English" de su época y si alguien aspira a leer sus obras en el idioma original, se espera que tenga un cierto nivel de inglés; en caso de que no lo tenga, es su problema, no el de Poe. Pero lo que desde luego no tendrías que hacer sería recurrir a un diccionaro de Cokney o Pidgin para entenderlo, eso seguro.

      En ningún momento he dicho que sea un error escribir usando esas palabras; he dicho que si te diriges a un público más amplio que el de tu círculo regional (como es el caso si perteneces a Adictos), no es la mejor opción, salvo que quieras extender el uso de esas palabras, como ya comenté antes. Si no quieres hacer un pequeño anexo al relato con los significados de esas palabras, hay que respetarlo, pero mantengo lo dicho: rompe la atmósfera.
      Acomodas el mundo a TUS conocimientos usando esas palabras en lugar de uno de sus abundantes sinónimos, eso sí, ya que no te paras a considerar los conocimientos de tu público, que puede ignorar el significado de éstas o, simplemente, tener uno diferente para ellas. Cuando hay tantísimas y maravillosas expresiones comunes a todos (un milagro dada la distancia que separa a todas las comunidades hispanohablantes del mundo) resulta triste aferrarse a lo que nos separa como si fuera una pistola cargada para mantener a ralla a "los otros". Tampoco hay motivo para imponer un conocimiento que no se ha ido a buscar; eso solo crea rechazo en la mayoría de las ocasiones.

      Se escribe para ser leído y entendido o no se comparte, eso seguro. Conocer terminología científica o vocabulario específico de cualquier clase no es motivo para usarlo a la ligera: si se hace, uno de los personajes o el propio autor sencillamente "traducen" esa terminología para el lector. Con los regionalismos pasa igual: si quieres que te entiendan, tienes que poner de tu parte, no dejar todo el trabajo al que está al otro lado de las letras, haciendo su propio esfuerzo para darle de nuevo vida a lo que has escrito. Hay muchísimas palabras en tu escrito que en Eespaña no se usan del modo en que tú lo haces, cosa que me parece razonable y contra la que nada tengo. Se pueden entender, con algo de esfuerzo, quizás, pero se entienden. Lo único que pedí fue que buscases alternativas a las que no existen. Eso es algo que un buen escritor sí que hace, hable inglés, español, francés, portugués o alemán. No se hace solo por consideración, sino porque saben perfectamente que, si no buscan ser entendidos, alguien va a dejar de usar el diccionario y a empezar a saltarse párrafos alegremente hasta encontrar algo inteligible.

      Dicho lo cual, mantengo mi buena opinión sobre el relato, que fue lo primero que había dicho en primera instancia. Muy agradable, muy fluido, muy dulce.

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    3. Ah, Laura, siento la parrafada que he puesto en tu blog sin que hayas dicho palabra, pero es que hay cosas que me pueden... me paso el día en la facultad escuchando que es labor del escritor procurar ser entendido, estudiando idiomas, leyendo cosas por mi cuenta para ampliar vocabulario, haciendo, en fin, lo humanamente posible para ser una lectora "fácil" en cuanto a expresiones y que de repente me usen el hombre de paja me mosquea.
      Si quieres lo borro (vamos, o lo borras tú, que para eso es tu blog xD)y aquí no ha pasado nada, que ya veo que mi respuesta tiene una longitud considerable xD
      Besos y ve afilando la pluma para el proyecto de este mes :p

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    4. Hola. Soy el autor de este escrito y escribo aquí al enterarme de la polímica que he suscitado.

      En primer lugar he de aclararles que no utilicé regionalismo alguno en esta historia. Todas las palabras aquí puestas son de uso común en nuestro idioma y algunas las utilicé después de haber consultado un diccionario de sinónimos.

      Tal vez las palabras a las que te refieres son consecuencia de algún desliz debido a la premura con la que escribí y a la falta de revisión posterior de la obra antes de ser publicada. Si es así, me disculpo por no haber tomado con consideración suficiente las diversas acepciones de una palabra en muchas regiones del mundo.

      En cualquier caso no utilicé regionalismos en este cuento. A lo sumo, pienso, que la condición que mencionas pueda deberse precisamente a los distintos significados que se atribuyen a las palabras en varios países (según se, por ejemplo, la palabra "chango" es utilizada despectivamente en algunos sitios de Sudamérica mientras que en mi país es una palabra totalmente inofensiva).

      Para que todos podamos salir de dudas te ruego me aclares aquellas palabras que consideras como regionalismos o incomprensibles con el fin de corregirlas o aclararlas según sea el caso.

      En cuanto a tu opinión general de la historia (misma que muchos aquí comparten) he de decir que me causó una gran satisfacción, sobre todo porque de inició la consideré como un relato deficiente tanto en ritmo como en estilo. Ver críticas tan favorables descarga mi espíritu en cierto modo.

      Por último me parece que me confundes con jjcanve. He de decirte que soy una persona diferente y, aunque me halaga que esgrima a Poe en mi defensa, creo que las condiciones no admiten tal analogía.

      Y, en realidad, esto es todo lo que tengo por decir en mi descargo. Muchas gracias por tu atención y por el tiempo que has tomado para leerme :)

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    5. En realidad el desliz ha sido peor: te confundí con Laura SB porque fue quien lo pubnlicó. Mis disculpas. Si he dado a entender que eras jjcanve puede que se me haya escurrido alguna "s" por ahí; escribo bastante rápido y para colmo de males soy disléxica perdida, así que no lo descarto.

      En cuanto a las palabras, solo había dicho dos, que son las que había puesto en el comentario original: "platicar" (que se lo que significa a base de ver y leer cosas en español latino, aunque el estándar sigue siendo "hablar") y "tasajear".
      Según el diccionario de la RAE...

      TASAJEAR:

      1. tr. coloq. Cuba. acuchillar (‖ herir, cortar o matar con cuchillo).

      2. tr. El Salv., Hond., Méx. y Ven. atasajar.

      3. tr. El Salv. Criticar duramente a alguien.

      No es el mejor diccionario del mundo, cierto, pero al menos conoce la palabra. Según esta definición, si eres de una región diferente de Hispanoamérica no tienes por qué conocer la palabra y si (como en el caso de muchos) eres europeo directamente ni has tenido la opción. No existe. La mitad de la gente que conozo (y me muevo entre todo tipo de gente, inclyendo filólogos de hispánicas) no sabe siquiera lo que es el tasajo, así que como para conocer derivaciones...Vamos, que me paso la vida leyendo traducciones y relatos en español latino y en mi vida me había encontrado con el verbo de marras, así que supongo que no está en el top ten de los verbos más utilizados.
      En otras palabras, creo que en este caso "tasajear" sí se puede considerar un "vocablo de una región determinada".

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  13. Buen ritmo. Como he leído por ahí, casi una pieza musical. No es fácil tratar un argumento tan sencillo, tan simple y que el resultado sea más que satisfactorio. Enhorabuena.

    Un abrazo.

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  14. Perdón por tardar tanto en leer u.u este mes que no escribí y me había propuesto leer todos y no pude :(

    Es una historia hermosa, bien escrita, creíble, realista, enternecedora, que nos habla de añoranza, de futuros, de pasados...es dulce, pero sin pasarse, te dan ganas de llorar, e ilusionarte al tiempo.

    Aunque me rechinaron unas cuatro palabras eh...americanizadas, vamos, que me saltaron a la vista y no sabía qué eran, pero por lo demás me encantó! Escribes genial ;) ya me gustaría transmitir tanto sentimiento.

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