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Sandra

martes, 29 de enero de 2013

El fin del mundo frustrado -Autor, Rubenson-

Los cuatro jaguares del apocalipsis


Erase una vez, en lo más profundo de la selva…
—Pero qué hijo de tapir estás hecho. ¿Me quieres echar un pulsito? ¿A mí? ¿Qué es eso de que vienen los cuatro jaguares del apocalipsis, de dónde te sacaste semejante tontería? Ahora, una cosa te digo, buena jugada la de usar de correo a Bokatetepel, el bocazas del poblado —dijo dando un par de aplausos—. Te salió de tapir madre. No tengo a nadie cazando, ni recolectando, ni nada. La mitad están pegando fuego a todo y bailando desnudos, y la otra mitad están haciendo ofrendas a los dioses como locos, y claro, ¿de dónde están sacando las ofrendas? pues de las reservas comunes, olé, olé y olé, con dos mangos asín de grandes —subrayó llevándose una mano a la entrepierna en un gesto nada fino—. Si querías chantajearme para que no te controlase las dosis de peyote con este numerito, que te tronchen. Ahora nos quedamos todos sin peyote, sin poblado y sin mierdas. Verás que bien pasamos la estación de lluvias.
El hombre, tuvo que parar un momento y pedir ayuda a los pocos sirvientes que aún le seguían; la elegante corona de plumas estaba a punto de caérsele, y no se la podía recolocar porque estaba atrapado en un lío de collares, casi mortal, debido a los aspavientos que había estado realizando. Pero el motivo para parar no era el que casi no pudiese respirar, la verdadera razón era que sin la corona real, quedaría aún más empequeñecido dentro de aquella monstruosidad de choza llena de excentricidades. Y no le pensaba dar aquel gusto.
—¿Pero no entiendes que no puede ser? —prosiguió gritando en cuanto terminaron de arreglarle—. Que no puedes ir vendiendo el peyote, que no tienen control. ¿Tú sabes cuántos accidentes tuvimos la semana pasada? ¡Y qué accidentes, Titakoktel mío! —clamó mirando al lejano techo—. Los de caza pase, en la recolección, bueno, pero es que también los tienen hablando, mientras comen, mientras sestean... No hay más que tullidos en el poblado. Somos el hazmerreír de toda la selva. Además, dónde se vio que el Chamán tenga una tapir choza más grande que la del Jefe de la tribu. ¡Tapir, tapir, tapir! —terminó diciendo rabioso con el último aliento de aire.
El anciano, vestido con los lujosos frutos de sus trapicheos, simplemente se encogió de hombros y soltó un ligero gemido desde lo alto de su impresionante trono, hecho de robustos huesos de bisonte importados de las vastas llanuras de Norte América, y tapizado, también, con la piel de estos exóticos animales. Y que aunque carísimo, pagó al contado, porque podía y porque sabía cuánto le jxxxa al Jefe.
—¿Sabes que nos empalarán a los dos cuando no se acabe el mundo al medio día, verdad? Ya no sé si por quedarnos sin poblado o por la ilusión que, al parecer, les hace, pero no pienso caer yo solo por tus chorradas.
El Jefe de la tribu dejó de gritar repentinamente y comenzó a caminar, furioso, de un lado para el otro repitiendo entre dientes «maldito chiflado» una y otra vez. Debido a este encasquillamiento tardó más tiempo del debido en reaccionar, pero al final cayó en la cuenta de que el viejo no había dicho ni pío, ni para disculparse ni para lo contrario. Así que, furioso como estaba, se lanzó a trepar a lo alto del trono lanudo, dispuesto a arrancarle alguna respuesta. Pero al acercarse, se dio cuenta de la mirada perdida de este y de su sonrisa bobalicona, y justo entonces fue cuando gritó enajenado.
—Pero ¡¿estas colocado?! —pudiéndosele oír por todo el poblado.
El jefe, con su monumental cabreo no se había dado cuenta, pero en el momento del grito, la hora H ya había llegado y se había ido hacía rato. A sus súbditos les había sobrado tiempo para darse cuenta de qué era lo que no estaba pasando, y ya andaban buscándole por entre las ruinas para «pedirle explicaciones» al estilo horda, cuando el grito les puso sobre aviso de donde se encontraba. Así que, poco tardó en pasar de gritar como loco en lo alto de un magnifico trono de importación, a gritar como una loca sobre un montón de maderos a punto de arder.
—¡Esperad, esperad! —atinó a decir, presa del pánico. Y todos se pararon en seco, esperando que dijera algo importante—. Un momento… esperad… —pero todos volvieron a ponerse en marcha al comprobar que no sería así.
Tuvo que llegarle el calorcillo a las plantas de los pies para que se le avivara la inteligencia y, de un chispazo, intuir qué era lo que podría compensar a su pueblo por no haber tenido su fin del mundo.
—¡No, esperad, esperad! Todo ha sido un terrible error —esta vez tuvo que gritar más y más alto, nadie le prestaba atención, buscaban con ansias apaciguar su ira con las llama—. ¡Sí que habrá fin del mundo! ¡El fin del mundo va a llegaaaarrr! —al final consiguió que le atendieran cuando ya le empezaban a sudar los pies—. La culpa es de Bokatetepel, el bocazas del pueblo, se confundió de fecha —pero nadie se movía así que gritó —. ¡Empaladddddlooooo! —con los pies, ya, algo ennegrecidos.
Bokatetepel, asustado por las acusaciones, echó a correr entre el gentío y, bueno, entonces ya lo atraparon y lo… en fin, que todo se arregló más o menos bien, para el Jefe. Aunque aún quedaba un asunto pendiente.
—¿El fin del mundo? ¿Que al final cuando es? —la pregunta le incomodaba, y más delante de aquella turba y con el pobre Bokatetepel ahí todo…—. Si claro, mmmm…. —visiblemente nervioso hizo que echaba cuentas con los dedos—. Pssss, pues paaa´ finales del 2.012 —un murmullo se extendió por entre la gente —. Sí, dentro de unos 3.000 años, es lo que hay —prefirió echar la cuenta a largo plazo por lo que pudiera pasar—. Y tú, Escrivatetepel. Déjamelo por escrito en esas tablillas que sino luego la liamos.
…Y lo demás ya es historia.

12 comentarios:

  1. Jajajaja. ¡Buenísimo! Si hasta tenemos una explicación ahora... Me gustó mucho. Tu estilo es muy divertido.

    Saludos.

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  2. jajajaja, muy bueno, me encantó cuando se puso a gritar como una loca, jajaja, felicidades!!!

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  3. Muy simpático tu escrito, me gusto mucho.
    Saludos.

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  4. Jajajaja qué explicación tan original y divertida para la profecía de marras. Ha estado muy bien y tiene golpes muy buenos, como lo de decir tapir todo el rato jeje

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  5. Jajajajaja Muy buena tu explicación.
    Saludos.

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  6. jejeje muy buen relato, bastante cómico, tu estilo es muy bueno.
    Aunque me pareció muy gracioso que los mayas hablaran en español madrileño XD quien sabe, pasan tantas cosas curiosas en este mundo :P jejeje

    Saludos y buen proyecto!! ^^

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  7. Una explicacion curiosa y divertida. Me ha gustado el tono jocoso y extravagante que le has imprimido al relato. Un beso

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  8. Jaaaaajjjaa y si el final de tu relato explica muchas cosas....
    Muy bueno y gracioso, felicitaciones

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  9. Un estilo muy ameno y divertido. Felicidades

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